miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuestionario Umberto Eco, Lector in fabula



1.- ¿Cuáles son las dos razones que explican, según Eco, los espacios en blanco, los intersticios que existen en un texto?    La primera razón se da porque el destinatario es el actualizador de ese texto perezoso, de su plusvalía, y la segunda porque simplemente un textos requiere de alguien que lo ayude a funcionar.

2.- Explica el símil entre la estrategia narrativa y la estrategia militar.
Las dos conllevan un seguimiento de acciones a tomar y un fin, en la estrategia militar se busca que pierda el otro, y en la narrativa se busco que el lector gane al actualizar el texto.
3.-  ¿Cuáles son algunos de los medios que el autor tiene a su disposición para actuar y crear generativamente a su Lector Modelo?
La búsqueda generativa de la competencia lingüística, elección de la lengua, tipo de enciclopedia.

4. - En base a Texto 1 y Texto 2, explica cuál es un Texto Abierto y cuál un Texto Cerrado.

Me parece que el texto 1 es abierto porque tiene una argumentación que puede proceder a múltiples interpretaciones, y el texto 2 me parece más tergiversado y más contradictorio respecto al uso que se le quiere dar de acuerdo al autor.

5. -  Un texto para Eco es "La estrategia que constituye el universo de sus interpretaciones -sino legítimas- a lo menos legitimables." (74) ¿Por qué?

6. -  ¿Qué es un Lector Modelo?
Es quien va actualizando el texto y quien va generando una interpretación de acuerdo a un código suficiente para él. Es también una serie funcional de competencias estratégicas que se encuentran en el texto y que fueron generadas por un primer emisor.

7. - ¿Cuál es la diferencia entre el Autor Modelo y el Autor Empírico?

 Biografía
Eco, Umberto (1979). Lector in Fabula: a cooperación interpretativa en el texto narrativo. Barcelona: Lumen.

Texto 1
Fábula de la liebre y el león, Anónimo.

Cierta vez, un león vio a una liebre completamente dormida y cuando quiso cazarla, avistó pasar cerca de él a un ciervo y le entró una ambisión.
            Entonces, al ver que el cervatillo le ofrecía mayor volumen de carne, abandonó a la liebre y corrió en persecución del ciervo.
            En ese mismo instante, la liebre, despertada por el bullicio, huyo del lugar sin dejar rastro alguno.
            Mientras tanto, el león, cansado de perseguir al ciervo volvió tras la liebre que ya había huido y procurado su propia salvación de las fauses del felino.
            Tras haber hecho escapar a la liebre, el león se dijo:
            - Merecido lo tengo, por haber abandonado una presa segura a cambio de otro más grande. Fui ambicioso, y me quedé sin nada que mitigue mi hambre. ¡Que esta experiencia me sirva de lección!
            "Quien mucho abarca poco aprieta"


Texto 2
Augusto Monterroso. La oveja negra y demás fábulas.

"El conejo y el león"

Un celebre Psicoanalista se encontró cierto día en medio de la selva, semiperdido.
            Con la fuerza que dan el instinto y el afán de investigación logró fácilmente subirse a un altísimo árbol, desde el cual pudo observar a su antojo no sólo la lenta puesta del sol sino además la vida y costumbres de algunos animales, que comparó una y otra vez con las de los humanos.
            Al caer la tarde vio aparecer, por un lado, al Conejo; por otro, al León.
            En un principio no sucedió nada digno de mencionarse, pero poco después ambos animales sintieron sus respectivas presencias y, cuando toparon el uno con el otro, cada cual reaccionó como lo había venido haciendo desde que el hombre era hombre.
            El León estremeció la Selva con sus rugidos, sacudió la melena majestuosamente como era su costumbre y hendió el aire con sus garras enormes; por su parte, el Conejo respiró con mayor celeridad, vio un instante a los ojos del León, dio media vuelta y se alejó corriendo.

            De regreso a la ciudad el celebre Psicoanalista publicó cum laude su famoso tratado en que demuestra que el León es el animal más infantil y cobarde de la Selva, y el Conejo el más valiente y maduro: el León ruge y hace gestos y amenaza al universo movido por el miedo; el Conejo advierte esto, conoce su propia fuerza, y se retira antes de perder la paciencia y acabar con aquel ser extravagante y fuera de sí, al que comprende y que después de todo no le ha hecho nada.

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